El otro día estaba en el supermercado con mi novio y cuando pasamos por la sección de carne vi cuellos de cordero. Enseguida le pregunté si le gustaban y me dijo, ‘no’, a lo que le pregunté, ‘y los has probado?’, y me respondió, ‘no’.
Así que compré cuellos de cordero.
Sé que no suena muy apetitoso, pero es uno de los mejores cortes de carne si está bien cocinado. La carne es muy tierna y tiene la cantidad justa de grasa, que si crujiente, se funde con la carne en un mordisco glorioso. Y esto es lo que le pasó a mi novio. Reticentemente lo probó y le encantó, para mi gran alegría.
La receta que siempre suelo hacer viene de mi abuela, y no sé si de más lejos, pero que siempre ha sido uno de los platos típicos en mi familia. No tiene muchos ingredientes ni mucho misterio, pero si un gran sabor, así que aquí os dejo la receta 🙂
Ingredientes:
Preparación: