El dulce sueco con una historia no tan dulce.

Este postre se suele comer para navidades en Suecia, y es uno de mis favoritos. Por desgracia, me salió alergia a la levadura hace más de una década, y por eso llevo mucho tiempo sin poder comerlas. Pero hace unos días me dio muchísimo antojo, y decidí portarme mal, puedo vivir con un poco de eczema de vez en cuando. Y a mi novio le fliparon, ahora no para de pedirme que los vuelva a hacer… No digo más 😉

Algunas curiosidades interesantes sobre estos bollos suecos son por ejemplo qué se horneaban estos pasteles para mantener a raya a las fuerzas del mal y convocar a las del bien.

Los lussekatter no tienen nada que ver con Lucía como podría pensarse (festividad sueca que se celebra el 13 de diciembre). Tienen una historia antigua. En Alemania, en el siglo XVII, existía la leyenda de que el niño Jesús disfrazado repartía bollos a los niños buenos. Mientras que el diablo, en forma de gato, repartía azotes en su lugar.

El diablo también se llamaba Lucifer, y gato en sueco es ‘katt’, y la gente empezó a llamarlos ‘lussekatter’ (bollos del diablo). Los bollos podían tener diferentes formas, pero las cruces solares eran las más comunes. Como se consideraba que el diablo se escondía de la luz, los bollos se aromatizaban con azafrán que le daba un color amarillo sol para que el pan lo ahuyentara.

En Suecia, los ricos empezaron a comer lussekatter con azafrán a finales del siglo XVII. Cuando se empezó a celebrar Lucía en el siglo XIX, los lussekatter se extendieron por todo el país.

Receta

Ingredientes

 

    • Levadura 50 g

    • Mantequilla 100 g

    • Leche 5 dl

    • Cottage cheese / requesón 250 g

    • Azafrán 1 g (2 unidades)

    • Azúcar 2 dl

    • Sal 1 cucharadita

    • Harina de trigo aproximadamente 1 kg

    • Pasas

    • 1 huevo

Preparación:

 

    1. Desmenuzar la levadura en un cuenco.

    1. Derretir la mantequilla, añadir la leche y calentar a 37° como máximo. Si no puedes medirlo con un termómetro, el truco está en meter el dedo meñique y cuando llegue a la temperatura óptima retirar.

    1. Verterlo sobre la levadura y remover hasta tenerlo completamente disuelto.

    1. Añadir el queso cottage (requesón), el azafrán, el azúcar, la sal y casi toda la harina. Trabajar la masa hasta que quede suave.

    1. Tapar y dejar reposar unos 30 minutos.

    1. Sobre una mesa o banquete, espolvorear muy poca harina (quitando la mayoría para que no se nos seque la masa).

    1. Dividirlo en trozos más o menos uniformes. Formar la masa con las manosy extender con los dedos estirados, moviendo desde el centro hacia fuera y un poco hacia los lados.

    1. Colocar en bandejas de horno con papel de hornear. Decorar con pasas (esta parte es opcional. A mí no me gustan, así que no las pongo), se colocan 2 por bollo.

    1. Tapar y dejar reposar otros 30 minutos.

    1. Poner el horno a 225°.

    1. Pincelar con huevo batido.

    1. Hornear a media altura durante 5-8 minutos.

    1. Dejar enfriar los lussekatter sobre una rejilla antes de comerlos con una taza de leche 🙂