A mí siempre me ha encantado la pizza, pero desde hace ya muchos años que le tengo alergia a la levadura.
A pesar de ello, a veces peco y como pan o me como un trozo de tarta, y vivo con un poco de eccema y ya está. Nunca bebo cerveza porque eso sí que me sienta fatal. Incluso a veces me como una pizza si tiene la suficientemente buena pinta, pero rara vez ocurre.
Pero en casa me encanta hacer esta pizza. Me la descubrió un amigo que me dijo que sí que podía comer pizza (en aquella época comía cero levadura y lo llevaba a rajatabla), y yo le llevaba la contraria, que no podía comer pizza, que eso no se podía hacer. Y dijo, «hold my beer», y me la hizo.
Desde entonces que es una de mis recetas típicas, me encanta hacerla porque le puedo poner lo que quiera o tenga por casa, y sale super crujiente y deliciosa.
No hace falta tenerle alergia para hacer esta receta, está buenísima y no hace falta esperar horas para que la masa esté lista.
Aquí os dejo la receta y espero que os guste! 🙂
100ml de agua tibia
200g de harina
2 cucharadas de aceite de oliva
Tomate frito
3/4 de un bloque de queso Gouda
2 pizcas de sal
1-2 botes de aceitunas negras en rodajas
Tomate seco en aceite
Queso Feta